¿Alguna vez has estado en un restaurante concurrido que era tan ruidoso que apenas podías escuchar a tu amigo al otro lado de la mesa? Desde el punto de vista del aislamiento acústico, los restaurantes son espacios difíciles de insonorizar; las superficies duras de las mesas, la barra y el piso están cuidadosamente diseñados para que coincidan con la estética general, pero pueden hacer que un local tranquilo de almuerzos un martes sea muy diferente al de una noche de viernes.
¿Cómo afecta el ruido a nuestra experiencia en restaurantes?
No es de extrañar que las atmósferas ruidosas y atestadas de diferentes sonidos resulten en experiencias insatisfactorias para los clientes. En una reciente encuesta de Zagat, el nivel de ruido en locales fue la segunda queja más común de los asistentes al restaurante seguida a las quejas por un mal servicio. Además, una encuesta de Consumer Reports concluyó que una de cada cuatro experiencias gastronómicas justificaba una queja sobre el ruido.
Los clientes no son las únicas víctimas de la contaminación acústica en restaurantes; La Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA) monitoriza el volumen del sonido para proteger a los empleados en ambientes que podrían causar pérdida de audición a lo largo del tiempo.
Los estándares de OSHA incluyen un nivel de ruido máximo de 90 decibelios por cada 8 horas y 95 decibeles por cada 4 horas. El profesor de psicología experimental de la Universidad de Oxford, Charles Spence, señaló que los niveles de ruido en muchos restaurantes rondan los 100 decibelios.
Es importante que un restaurante cuente con una adecuada insonorización acústica y acondicionamiento para que tanto clientes como empleados gocen de una agradable estancia y su salud no se vea afectada por el ruido.
Estudios demuestran que el ruido afecta a nuestra experiencia gastronómica
Estudios recientes han encontrado que no solo la mala acústica daña nuestros oídos, sino que también pueden afectar a la forma en que probamos nuestros alimentos.
- Un estudio de 2010 en la revista científica Quality and Preference encontró que los usuarios percibían la salinidad y el dulzor con más fuerza cuando comían sin apenas ruido o sin nada de ruido, en comparación con los participantes que comían los mismos alimentos con un ruido de fondo fuerte.
- Un estudio de 2012 de la Universidad de Manchester descubrió que las personas disfrutaban más de su comida cuando también disfrutaban de música agradable de fondo mientras que los que comían con ruido blanco de 80 decibeles en el fondo percibían un sabor más apagado.
Hay que tener en cuenta que el ruido de fondo existente y los productos acústicos utilizados para contrarrestarlo tienen el poder de transformar la experiencia gastronómica.

Los expertos en insonorización acústica deben ser consultados al comienzo de la construcción de un restaurante o remodelación del mismo para aprovechar lo que el aislamiento acústico puede hacer por mejorar la experiencia de los clientes.
Materiales acústicos como los paneles de fibra de vidrio o de eliminación de eco envueltos en tela pueden minimizar el efecto de cóctel ruidoso que todos hemos experimentado.
El aislamiento acústico de un restaurante o cualquier otro local es muy importante para mejorar la experiencia del cliente y preservar la salud de los empleados que tanto tiempo permanecen en él. Sin olvidarnos nunca de todos aquellos vecinos que tenemos alrededor a los cuales podemos molestar y de los cuales podemos recibir denuncias por altos niveles de contaminación acústica.